"Catedral de Murcia desde el Ayuntamiennto".

Medidas: 100x150 cm.

"Claustro Catedral de LLeida".

Medidas: 120x170 cm.

Ésta exposición se la dedico a mi suegro, José Bartolomé Muñoz Martínez, fallecido el pasado 14 de mayo. 

Era un grandísimo emprendedor en su trabajo, responsable e incansable. Luchador hasta el último día.

Desde el principio, confió en mi estilo de pintura y me ayudo en crear un espacio para poder dedicarle tiempo a ello. Todos los cuadros le encantaban y venía a ver el progreso de cada uno de ellos. Gracias a su confianza y apoyo, decidí dedicarme profesionalmente a la pintura. Ha dejado un gran vacío, pero siempre tendré presente su recuerdo y como ejemplo, sus valores y su forma de vivir.

Gracias por todo Pepe.

"  El tema de la obra de Fernando Arribillaga es indagar en la ciudad como retrato de sus constructores; acercarse al conflicto del paso del tiempo y de las tensiones que soportan estos mostrando la urbe como imagen de su proceso de existencia, porque la construcción de una población nunca se termina de manera definitiva, sino que sus momentos se encadenan unos a otros y vuelven a empezar manteniéndose siempre vivos.

    El artista, que estudió arquitectura antes de evolucionar hasta sus cuadros urbanos, construye una visión realista de la ciudad como proyecto inacabado visto a través de sus zonas de tránsito y de la crónica de sus sub acontecimientos. La metropolis, vista como escenarios vacíos donde se ocultan a sus verdaderos protagonistas, los hombres, es un truco de ilusionismo porque todas las construcciones pretenden mostrar el triunfo del hombre como ser individual.

Pintando desde la altura, Arribillaga también es capaz de mostrar estos lugares como croquis enigmáticos que llegan a convertirse en laberintos.

¿Es esta maraña de calles la representación más precisa del alma humana? El final de este caos nos devuelve siempre al punto de partida, a nosotros mismos, sus creadores, y la ciudad, donde conviven edificios de varios siglos con otros de pocos años, se convierte en un relato y algunos sucesos que creíamos excluyentes entre sí se revelan con el paso del tiempo concurrentes.

    Al artista le interesa el movimiento. Los edificios de sus plazas, arracimados y como mecidos por el viento, tienen su propio ritmo; su propia respiración y latido, y, a veces, se parecen al remolinante mar que se agita contra las rocas de la orilla. Pero la ciudad, acostumbrada a mostrarse intratable con su entorno, no puede renunciar a la naturaleza antropológica que la origina y revela su territorio gemelo: el bosque. Los edificios, como arboledas taladas, se acaban pareciendo a gigantescos tocones y parecen pretender parecerse lo que en otro tiempo fue espacio natural al que sustituyeron. Otras construcciones, semejantes a inmensas rocas, a agujas erosionadas por el agua y a troncos petrificados y expuestos a la intemperie, recrean el paso del tiempo, casi referido a periodos geológicos, y también la realidad efímera de sus creadores, los hombres."

Reseña para la Exposición Escrita por:

Javier Cerezo, Galeria Babel.

Galerista y Comisario 

"Interior Catedral Murcia".

Medidas: 122x70 cm.

Obra disponible.

"Plaza de Santa Catalina".

Medidas: 100x150 cm.

Obra Disponible.

"Plaza de los Apóstoles".

Medidas: 99x122 cm.

"Plaza de la Cruz".

Medidas: 99x122 cm.